Hagamos la diferencia

Una cosa es tener una religión y cumplir con todas sus demandas, y otra cosa muy distinta es tener en nuestras vidas al Señor Jesucristo como Salvador y Señor personal, disfrutando la única esperanza de vida eterna las 24 horas de cada día, participando de la comunión íntima y personal del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, tal como lo afirman estas escrituras bíblicas:  Juan 14.21-27, I a los Corintios 1.9 y I de Juan 5.9-12. Anímate y estudia esos textos cuanto antes y establece la diferencia ya..!

Reflexión  06.

– 030915.

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