Dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado, para el tiempo del fin.
“Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? Y él […]