¿Vivir complaciendo a Dios?

Vivir para complacer o agradar a Dios en todo momento, sí es posible; no es fácil, pero tampoco es imposible para los hijos de Dios, en Cristo Jesús, mediante el Espíritu Santo.

Agradar a Dios es el fruto inmediato de la obediencia a su palabra, o sea, a su voluntad revelada. 

La obediencia es un principio establecido por Dios en toda la Biblia, para sus hijos. Desde el primer Adán, en Génesis; hasta el segundo Adán, el Señor Jesús. Y desde el Señor Jesús hasta el apóstol Juan, en Apocalipsis. 

Así que, tenemos que tomar en cuenta que la obediencia a Dios es un principio establecido por Él para todos sus hijos.

La obediencia a Dios, en Cristo Jesús, por medio del Espíritu Santo, de acuerdo con su Palabra, es agradar a Dios en todo constantemente. Es un acto de fe en la gracia de Dios.

Analiza estas palabras: “Pero Samuel respondió: —¿Qué es lo que más le agrada al SEÑOR: tus ofrendas quemadas y sacrificios, o que obedezcas a su voz? 

¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio, y la sumisión es mejor que ofrecer la grasa de carneros. 

La rebelión es tan pecaminosa como la hechicería, y la terquedad, tan mala como rendir culto a ídolos…” 1 Samuel 15:22-23, NTV.

Esas palabras no son sólo para Saúl, pues como puedes ver, Samuel se las dice a Saúl como un principio ya establecido por Dios. Y realmente, no existen excusas que valgan para justificar la desobediencia delante de Dios.

La obediencia a Dios, por amor a Él, no es posible para la naturaleza humana. Sólo es posible para la nueva naturaleza del ser humano, en Cristo, por medio del Espíritu Santo, porque la obediencia es una virtud de Cristo y tenemos que aprenderla de Él:

“Vengan a mí, todos los que están fatigados y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:28-30 RVA2015.

Por eso mismo Pablo, nos manda a pensar para actuar de la misma forma que lo hizo Cristo: “Haya en ustedes esta manera de pensar que hubo también en Cristo Jesús: Existiendo en forma de Dios, él no consideró el ser igual a Dios como algo a que aferrarse; sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres; y, hallándose en condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!” Filipenses 2:5-8 RVA2015.

Es por lo mismo que Pablo ora pidiendo ayuda espiritual para los Colosenses, así: “Por esta razón también nosotros, desde el día en que lo oímos, no cesamos de orar por ustedes y de rogar que sean llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y plena comprensión espiritual, para que anden como es digno del Señor a fin de agradarle en todo; de manera que produzcan fruto en toda buena obra y que crezcan en el conocimiento de Dios; y que sean fortalecidos con todo poder, conforme a su gloriosa potencia, para toda perseverancia y paciencia. 

Con gozo damos gracias al Padre que les hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz.” Colosenses 1:9-12 RVA2015.

Escucha y reflexiona en esto. Vivimos en tiempos muy difíciles. La humanidad en general vive un post modernismo que en todo va en contra de Dios, dándole auge al humanismo y al satanismo. 

Hoy reina la mentira, la corrupción en todos los órdenes, el odio, la hipocresía, la incredulidad, la iniquidad, la muerte.

Por otro lado, cada día hay más distractores para muchos   hijos de Dios, que ignorando las Escrituras aplauden y participan de todo lo que el sistema mundial les ofrece sin darse cuenta de cuántas de esas cosas los alejan de la oración, del estudio y vivencia de la Palabra de Dios.

Tristemente podemos decir que muchos cristianos tienen las defensas muy bajas, por eso, las prácticas mundanas los invaden y saturan sus mentes y corazones. Necesitamos tomar muy en cuenta, Romanos 12.1-2:

«Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.»

Necesitamos hacer un pare para reflexionar y volvernos al llamado de Dios. Por tanto, te invito a observar y a estudiar todo el Nuevo Testamento, tomando en cuenta estas palabras:

“Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra.” 2ª Timoteo 3:16-17 RVA2015.

Vivir complaciendo a Dios sí es posible si tomas en serio la decisión, por amor a Él, de creerle, renunciar a ti y depender del Espíritu Santo, por la fe en la gracia de Dios, conforme a su palabra, tal como lo hemos dicho en esta nota.

Por favor, toca o has clic en este estudio y escucha AUDIO

Nota Pastoral 057.

2 comentarios en “¿Vivir complaciendo a Dios?”

  1. Muchísimas gracias pastor por esta nota pastoral
    Y si es cierto lamentablemente hay mucha distracción que nos aleja de lo más importante que es buscar más de nuestro Dios

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