Hoy observamos cómo se pronuncian frases buenas y bíblicas, pero que pueden llegar a ser usadas sin sentido, por rutina, saludar como algo que está de moda, tales como: “Dios te bendiga”, “Cristo te ama”. Exclamaciones: como las siguientes: ¡Oh Dios!, “¡diosito lindo!”, “¡Jesucristo!, “¡hay poder en Dios!” “¡gloria a Dios!” probando sonido: «gloria a Dios» y otras más.
Cuando eso se hace, como dije, es tomar el nombre de Dios en vano. Quien pronuncia el nombre de Dios debe hacerlo sabiendo y conscientemente de la responsabilidad y la seriedad que esto implica para él ante Dios.
Ahora observa: “No tomarás en vano el nombre del Señor tu Dios, porque yo, el Señor, no consideraré inocente al que tome en vano mi nombre.” Éxodo 20:7.
Por favor, leer y analizar cuidadosamente Mateo 5.33-37.
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Nota Pastoral 025