Es triste y doloroso observar que el mensaje puro del Evangelio ha sido cambiado por otro mensaje llamativo, bonito, atractivo, pero que sólo es puro humanismo; un mensaje de motivación a las emociones, a la carne, al ego y no al espíritu.
Eso de “declarar”, “decretar”, “soñar”, “tener proyecto de vida”, “tú puedes”, “nada hay imposible para un hijo de rey” o, peor aún, darle órdenes al Espíritu Santo; no tiene sustento bíblico, pero como es un mensaje que le gusta oír a la gente, incluyendo a muchos creyentes, no importa que no sea bíblico.
Observa: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” Isaías 5:20.
Por favor, si tienes interés en este tema, lee y analiza 2ª a Timoteo 4:1-5.
Nota Pastoral 019