Al titular este tema, la verdadera vida, aquí y allá, lo hago para llamar la atención, pues la verdadera vida de la que habla la Biblia es una sola, la vida eterna; la cual, comienza aquí en la tierra desde cuando el Señor Jesucristo entra en nuestros corazones, y será plena cuando entremos a la misma presencia de Dios. Por eso, el énfasis de este tema es saber bien lo que dice la Biblia, para vivir esa vida aquí en la tierra, en este mundo, hoy y cada día. Ahora, te invito a leer estos textos bíblicos, muy cuidadosamente, tratando de conocer mejor la verdadera vida, aquí y allá.
El Señor Jesucristo, dice: Yo soy… la vida: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6 RVR1960.
Así lo afirma Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Éste era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” Juan 1:1-4 RVR1960
Él es nuestra vida: “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.” Colosenses 3:3-4 RVR1960
Él mismo es la vida: “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” 1 Juan 5:12 RVR1960.
Conocer al Padre a través del Hijo, es la vida: “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” Juan 17:3 RVR1960.
Aquí están las declaraciones y el llamado del Señor Jesucristo: “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Éste es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.” Juan 6:27, 33-35, 40, 58 RVR1960.
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10 RVR1960.
Con estos pocos versículos queda demostrado que el Señor Jesucristo es la verdadera vida de los hijos de Dios. ¡Tanto aquí como allá!
Ahora bien, la propuesta que hice con el título de esta reflexión es: La verdadera vida, aquí y allá.
La verdadera vida aquí en la tierra: El Señor Jesucristo es la vida, Él es nuestra verdadera vida, ahora, aquí en la tierra, en este mundo. Su vida, que es nuestra vida en Él, nos la ha dado en abundancia, para vivirla aquí, hoy, ahora y todos los días. La nueva vida que tenemos es Cristo mismo en persona. Él, en nosotros. Esa es la vida que debemos vivir. No se trata de una religión, ni de una idea, ni de un concepto, ni de un asunto teológico, se trata literalmente de la persona de Cristo en nosotros. Tampoco se trata de una esperanza para el futuro en el cielo, nada más. Además de eso, también es una realidad aquí en la tierra, hoy y todos los días.
Ahora, tanto el Señor Jesucristo como algunos de sus apóstoles, nos llaman a permanecer en la vida, en Cristo nuestra verdadera vida aquí, hoy, ahora y todos los días:
“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.” Juan 15:4-7 RVR1960.
Al respecto el apóstol Pablo, nos enseña lo siguiente: “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.” 1 Corintios 1:9, 30-31 RVR1960
Ahora observemos con cuidado el testimonio de Pablo: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” Filipenses 1:21 RVR1960.
“Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.” Filipenses 3:4-12 RVR1960
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20 RVR1960.
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.
Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.” 2 Corintios 4:7-11 RVR1960.
“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” Romanos 6:4 RVR1960.
Observa la oración de Pablo: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.” Efesios 3:14-19 RVR1960
La pregunta es, como creyente en Cristo, como hijo de Dios nacido de Él, ¿Cuál es la verdadera vida que vivo cada día, aquí en este mundo? ¿Renuncio cada día a vivir mi propia vida para vivir a Cristo en mi?
“Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?” Lucas 9:23-25 RVR1960.
La verdadera vida allá, es decir, la vida eterna.
Generalmente cuando hablamos de la vida eterna, siempre la asociamos con el más allá, cuando muramos o cuando Cristo venga. En este sentido, todo está dicho, en Cristo tenemos vida eterna. Parece que en lo tocante a la vida eterna no hay problemas para creerlo. Pero, parece que los hijos de Dios no estamos conscientes de que la verdadera vida eterna comienza aquí en este mundo y debemos saberlo porque hemos sido llamados a vivir los principios de la vida eterna aquí, como el fundamento de nuestra fe y esperanza.
Todos en alguna forma sabemos y creemos que cuando muramos o cuando Cristo venga tendremos vida eterna en Él. Eso es cierto y no lo podemos negar. Así que no tenemos problemas para pensar y creer que tendremos vida eterna en el futuro, el problema es que ahora, aquí no estamos viviendo conforme Cristo, quien es nuestra verdadera vida, para ser vivida aquí en la tierra. Además de saberlo ahora, debemos creerlo y por la fe aceptarlo y vivirlo. Cristo es nuestra nueva y verdadera vida.
Comencemos a disfrutar la verdadera vida que es Cristo, para que cuando Él venga no huyamos avergonzados, sino que estemos preparados.: “Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.” 1 Juan 2:28 RVR1960.
Sigamos y practiquemos las enseñanzas de Pablo: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.” Colosenses 1:24-29 RVR1960.
Si deseas saber cómo vivir la verdadera vida, que es Cristo, te recomiendo estudiar estos tres pasajes bíblicos, y dos cartas apostólicas: Romanos 8, 1 a los Corintios 2, Gálatas 5, la carta a los Efesios y primera de Juan. Que el Espíritu Santo nos guíe y nos ayude.
Cartagena, marzo 24 de 2018.
Así es mi hermano Pastor, gloria a Dios!
Gracias por esta bendecida enseñanza, es cierto, la nueva vida en Cristo se comienza a vivir aquí en la tierra.
Así es mi hermano Pastor, gloria a Dios!
Gracias por esta bendecida enseñanza, es cierto, la nueva vida en Cristo se comienza a vivir aquí en la tierra.
Gracias por sus columnas, son de gran bendición… La verdadera vida comienza cuando tenemos a Cristo en nosotros. Es aquí y es ahora, así vendrá la eternidad… Un abrazo!!
Gracias por sus columnas, son de gran bendición… La verdadera vida comienza cuando tenemos a Cristo en nosotros. Es aquí y es ahora, así vendrá la eternidad… Un abrazo!!
Bendiciones pastores, excelente comentario sobre la vida aquí, la cual, a muchos nos falta concientizarnos para vivirla.
Bendiciones pastores, excelente comentario sobre la vida aquí, la cual, a muchos nos falta concientizarnos para vivirla.