“Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él. Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.” Hechos 8:1-3 RVR1960.
Lee Hechos, capítulo 8.1–28. Luego, escucha los comentarios de este pasaje, por el Dr J. Vernon McGee, tocando o haciendo clic aquí: http://obrerofiel.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads//2010/11/Hch-8.1-28-McGee.mp3
Agosto 13 2018 – Nota Bíblica 225
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