He venido observando mucho lo que se hace durante las fiestas de la Navidad. A estas alturas de mi vida, he visto cómo año, tras año, hemos hecho de esta fecha sólo actos de religiosidad, que nos conducen a la idolatría y no a un verdadero reconocimiento de acción de gracias por el único y especial regalo que nos ofrece la verdadera vida: CRISTO JESÚS.
En estos meses he estado leyendo, a partir de esta Escritura universal: “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” Éxodo 20:3-6 RVR1960.
Siguiendo luego con Deuteronomio, Números y Jueces, en donde se puede notar la idolatría y todas sus amargas y funestas consecuencias. Por ejemplo, la sentencia de Dios contra Israel, en Jeremías 2.19. Observa los versos 9-22 y cómo el Espíritu Santo usa a Pablo para dejarnos una enseñanza que debemos tomar muy en cuenta, en Romanos 1.18-32.
Hermanos y hermanas, cuidemos nuestros corazones o nuestras mentes delante de Dios todos días, pero muy especialmente en estos días de Navidad.
Aprovechemos este tiempo para adorar a Dios, agradecerle su salvación grande y única mediante su Hijo el Señor Jesucristo, y gocemos de sanas relaciones y diversiones con nuestros familiares y amigos.
Recuerden, hoy no existe un niño Jesús sino el Señor glorificado, Señor de señores y Rey de reyes, el Señor Jesucristo, a quien hay que recibir en nuestras vidas con fe y arrepentimiento de pecados. Quienes ya lo hemos hecho debemos guardarnos íntimamente a los ojos de Dios, de acuerdo con escrituras cómo estás: Efesios 1.3-14 y 1ª de Pedro 1.3-25.
Por favor, estudia los pasajes bíblicos mencionados, toma el tiempo necesario y decide vivir para Dios a su manera en todo tiempo, a Él tendremos que darle cuenta de todo:
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.” 2 Corintios 5:10 RVR1960.
Nota Pastoral 051 – 231219
Hermosa reflexión, creo que todo se encierra en que debemos amar a Dios por sobre todas las cosas. Bendiciones.
La clave de este estudio está muy bien definido «¡Cuidar nuestros pensamientos… mente… corazón» vigilantes de nuestros pensamientos…una navidad adorando a quien es la razon.. somos frágiles y no sabemos cuándo estaremos en su presencia!