Después de 57 años en el Evangelio, de los cuales 51 en el servicio a Dios, ahora más que antes, tengo una profunda convicción que para poder vivir una vida de fe, humildad, obediencia y santidad delante de Dios, es completamente INDISPENSABLE creer y depender del Espíritu Santo, en Cristo Jesús, para agradar a Dios en todo, según su Palabra. El mismo Señor Jesús lo necesitó y lo hizo; nosotros también lo necesitamos y debemos procurarlo.
Son muchos los textos bíblicos que lo demuestran, sin embargo, observa estos: «Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.” Juan 14:16, 18.
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” Juan 16:13.
Por favor, lee Juan 15.26-27, Juan 16.12-15, 1ª Corintios 2 y Romanos 8. Puedes complementar este tema al tocar, aquí: ESPÍRITU
Nota Pastoral 014
