Santos en Cristo

 Todos los hijos de Dios, en Cristo Jesús, ya hemos sido hechos santos, escogidos, comprados con la sangre del Hijos de Dios y apartados sólo para Él, según Efesios 1.3-10. Por tal razón, tenemos y debemos vivir en santidad, delante de Dios y de los demás.
Vivamos, pues, como santos porque nuestro Padre a quien amamos y obedecemos es santo y tenemos que parecernos a Él, según Iª de Pedro 1:13-15.
Además, la santidad del Dios Trino, Padre, Hijo y Espírito Santo es parte de nuestra nueva Vida en Cristo, porque Dios a través de su Espíritu nos ha hecho participantes de su naturaleza, 2ª de Pedro 1.3-15.
Observa: “Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.” 2ª Corintios 3:17-18.
Por todo lo anterior, debemos depender de su Espíritu Santo, por la fe en su palabra.
Nota Pastoral 033

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