Lo que él ha hecho por ti y por mí

He escrito esta nota con el propósito de bendecir tu vida de una manera integral. Te invito a recordar todo lo que el Señor JESUCRISTO ha hecho por ti y por mí, como prueba de su grande y eterno amor por nosotros, quienes ya hemos nacido de Dios. Todo lo que recordaremos es para que diariamente fortalezcamos y afirmemos nuestra convicción de fe en la verdad de Dios.

Enumeraré cada hecho para que sea fácil recordar y tener en cuenta cada una de las bendiciones y actos que nos dan la verdadera vida nueva en Cristo:

01.- Dejó su Trono

   Dejó su Trono de Gloria para venir a encarnarse como hombre en el vientre de una mujer, nacer como pobre en un establo y teniendo como cuna un recipiente para dar de comer a los animales, llamado pesebre. Eso lo hizo por ti y por mí.

02.- Durante su vida privada

   Durante su niñez y juventud vivió en obediencia y sujeción a sus padres terrenales. Trabajó para ayudar en el hogar, dando prueba o evidencia de humildad y obediencia.

03.- En su vida pública

  Sufrió desprecio y persecución con odios y amenazas de muerte de los líderes religiosos de su pueblo, los ancianos, sacerdotes, escribas, fariseos y saduceos, pero siempre se mantuvo fiel a la voluntad de su Padre Celestial.

04.- Renunció a sí mismo

  Vino a este mundo para hacer la Voluntad de su Padre Celestial, y para lograrla renunció a Él mismo y se hizo hombre esclavo de la voluntad de Dios hasta la muerte y muerte de cruz, por ti y por mí, lo cual hizo en nuestro lugar.

05.- Sus enseñanzas

    Nos dejó las más grandes, únicas y eternas enseñanzas en los Evangelios, para que tanto tú como yo las podamos vivir para honra y gloria de Dios y testimonio al mundo de sus verdades transformadoras del poder de Dios.

06.- Proveyó la exégesis y aplicación de sus enseñanzas 

   Llamó a sus siervos a quienes capacitó directamente y a través de su Espíritu Santo, para dejarnos las explicaciones y aplicaciones de sus enseñanzas en el resto del Nuevo Testamento para nuestro gran provecho.

07.- Entregó su vida por ti y por mí

   En verdad Él dio su vida, nadie se la quitó sino que la entregó, sufrió azotes, golpes, burlas, juicios injustos y la muerte misma voluntariamente, en tu lugar y en el mío, su sacrificio lo hizo como él verdadero cordero de Dios que quita el pecado.

08.- Salvación única y eterna

   El Hijo de Dios, el Señor Jesucristo, murió y resucitó en estricto cumplimento de la voluntad de Dios, para poder perdonar nuestros pecados e inequidades, rescatarnos de la perdición y de la muerte eternas, rescatarnos del sistema mundial de las tinieblas, gobernado por Satanás y sus demonios.

Él nos salvó por la fe en su obra redentora por su gracia, por la  justicia y el poder del amor de Dios y la acción de su Espíritu Santo.

09.- Tenemos vida eterna

   Dios el Padre, mediante el Señor Jesucristo, su propio Hijo, y el Espíritu Santo, nos perdonó, nos llamó, nos justificó, nos santificó y nos glorificó. Ahora tú y yo tenemos vida eterna.

10.- No somos huérfanos 

   Dios el Padre, por medio de su Hijo, nos ha dado su Santo Espíritu para que seamos como Cristo en esta vida, según su palabra, en adoración, gratitud, oración, humildad y obediencia.

11.- Sal y luz

   Por la gracia de Dios ahora tú y yo somos sal de la tierra y luz de este mundo, para alcanzar a quienes aún no tienen lo que tenemos en Cristo Jesús, en obediencia de hacer discípulos.

12.- Vivimos en una constante esperanza

   Todo cuanto tenemos en Cristo es para vivirlo aquí en esta tierra como verdaderos hijos de Dios, pero algo mayor, es la esperanza viva, verdadera y segura de que al morir aquí iremos a Él, por la eternidad. Además, esperamos su segunda venida.

Nota Pastoral 59

Febrero 29 de 2020.

UNA SOLICITUD: Te agradecemos que nos dejes tus comentarios al final de la página para dos cosas: saber cómo te bendijo Dios y para bendecir a quienes los lean.